La labor de rastreado con paja fomenta el nacimiento de las malas hierbas. La germinación rápida de las semillas del cereal caído de la cosechadora y de las semillas de malas hiervas es fundamental para después realizar trabajos de siembra directa y de siembra de mínimo laboreo. Esta grada rastrojera consigue mezclar uniformemente las semillas en profundidades que oscilan entre tres y cinco centímetros. Cuando hace su aparición la lluvia, al estar la tierra y las semillas mezcladas a poca profundidad, facilita el nacimiento de las malas hierbas ahorrándonos un gasto en herbicidas.
Otra característica de la rastra ecológica es que ahueca y esparce la paja suelta que deja la empacadora. Al quedar expuesta al sol la parte húmeda del rastrojo consigue secarlo evitando el crecimiento de plagas que aprovechan esta humedad para desarrollarse.
La grada ecológica Revilla nos permite variar el ángulo de trabajo hidráulicamente. Nos ayuda a adaptarlo a las condiciones del campo para conseguir un resultado óptimo.
El diseño exclusivo de los dientes permite que los muelles vibren y realicen un laboreo óptimo en la parcela. También nos admiten realizar el trabajo a altas velocidades. En las cabeceras de la parcela es recomendable recoger las púas para evitar la acumulación de paja y la rotura de los muelles.
La rastra rastrojera Revilla se fabrica con plegado de libro. El sistema hidráulico de plegado se fabrica con cuatro cilindros para evitar las deformaciones del chasis durante los movimientos de apertura y cierre del apero.
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